José Ramón Cid Cebrián
Centro de Estudios Mirobrigenses
Escuela Municipal de Tamborileros y Música Tradicional de Ciudad Rodrigo
Este año Pilar Magadán no escribirá su habitual trabajo sobre la música tradicional de nuestra tierra en el Libro de Carnaval, se nos marchó para siempre en la pasada primavera. Todos sus artículos estaban vinculados a mostrar la riqueza y valores de la cultura musical popular salmantina y en especial de la Tierra de Ciudad Rodrigo, el primer escrito lo realizó en el segundo Libro de Carnaval publicado en el año 1981, para ensalzar la recién nacida Fiesta de la Charrada y a la vez criticando de forma muy constructiva, con tajantes argumentos la inicial denominación de “Festival de la Charrada”, que desde entonces se designa como “Fiesta de la Charrada”.
Pilar Magadán, a pesar de residir en Salamanca, siempre permaneció muy estrechamente vinculada con Ciudad Rodrigo a través de sus tradiciones musicales. Colaboró con la desaparecida Asociación de Amigos de Ciudad Rodrigo en el nacimiento y puesta en marcha de la Fiesta de la Charrada y la antigua Escuela de Tamborileros. Y cuando ahora hace veinticinco años el Ayuntamiento crea en 1991 el Centro de Estudios Mirobrigenses, es elegida como uno de los miembros fundadores y llega a formar parte del mismo de forma muy activa. Para Pilar toda la comarca mirobrigense era muy especial por “los tesoros musicales” que conservaba y que se ocupó muy intensamente de su recopilación, puesta en valor y difusión a través de muchos trabajos de campo, conferencias, conciertos, publicaciones y grabaciones, tanto en solitario como con su grupo “Voces Blancas Salmantinas”.
Nació en Meira (Lugo) el 17 de noviembre de 1930. Desde 1942 residió en Salamanca, donde realizó sus estudios de Perito y Profesor Mercantil, alternados con los de Solfeo, Piano, Armonía y Órgano en los Conservatorios de Salamanca y Madrid. Efectuó cursos intensivos de canto con la profesora Fraga Irue en La Coruña y con el profesor Lompart en Santander.
Bajo la dirección del ilustre musicólogo y folclorista salmantino, don Aníbal Sánchez Fraile, profundizó en el estudio de la obra del Maestro Francisco Salinas, de los cancioneros de don Dámaso Ledesma y del propio Sánchez Fraile con el que colaboró en sus trabajos sobre “la canción popular salmantina, y en su transmisión y pervivencia”, especialmente cuando don Aníbal eligió a Pilar para que le acompañase e ilustrara con su voz los ejemplos musicales al impartir conferencias y lecciones.
En 1970 fundó el grupo “Voces Blancas Salmantinas”, que, con carácter experimental, intentó acercar la riqueza de los cancioneros salmantinos y los resultados de su propia investigación sobre el canto, la indumentaria y los principales instrumentos populares salmantinos, mediante recitales, conferencias ilustradas y trabajo de campo compartido con el grupo. En los estudios RCA de Madrid, por iniciativa de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Salamanca, realizó cinco grabaciones discográficas de música popular salmantina, con sus correspondientes libretos que explican su contenido y que fueron reeditados en CD en el 2002:
- VOCES BLANCAS SALMANTINAS I (1977).
- VOCES BLANCAS SALMANTINAS II (1978).
- POR TIERRAS SALMANTINAS III (1979).
- SALAMANCA MÚSICA POPULAR IV (1979).
- VILLANCICOS DE SALAMANCA V (1980).
Hoy “Voces Blancas Salmantinas”, después de cuarenta y seis años, siguen siendo la fuente que no ha dejado de manar música, renovándose sus componentes como el cauce de los ríos, que, aunque llegan al mar, siempre están recibiendo nuevas aguas y superando épocas de sequía, sin agotar el caudal.
Además de la música tradicional salmantina realizó destacados trabajos de investigación sobre diferentes aspectos de la cultura de nuestra tierra, destacando el de la indumentaria popular, donde llegó a reunir una importante colección de trajes tradicionales de las diferentes comarcas de Salamanca, que utilizan las componentes del Coro Voces Blancas Salmantinas para vestir en los conciertos.
Como indicara Dámaso Ledesma en su cancionero de 1907, las canciones tradicionales salmantinas, están acompañadas al unísono con la voz, por nuestros instrumentos tradicionales, la gaita salamanquina y el tamboril. Pilar Magadán muy consciente de ello Introduce por vez primera el tamborilero tradicional con un coro. También, en esa línea, fundó y dirigió la Escuela de Tamborileros de la Diputación de Salamanca en 1974; en la que desarrolla una metodología para el aprendizaje de la flauta de tres agujeros (gaita) y tamboril mediante los viejos tamborileros tradicionales como maestros, obteniendo unos resultados muy positivos a corto plazo. Dicha escuela, aunque centralizada desde Salamanca capital, también impartía las enseñanzas en las diferentes poblaciones de la provincia, como Ciudad Rodrigo, a fin de mantener la tradición en los lugares de origen.Este proyecto fue fundamental en una época de decadencia de la música tradicional salmantina al convertirse en la raíz de su renacer.
Podemos afirmar que, con Pilar Magadán, hay un antes y un después para el tamborilero tradicional; ella lo puso en valor cuando se consideraba un músico casi marginal que estaba para ir detrás de los cabezudos o como “florero”, a fin de adornar ciertos actos públicos a los que se quería dar un carácter más folclórico. Los últimos tamborileros tradicionales de Salamanca más representativos: Tío Frejón de Retortillo, Guinda de la Alberca, Carchena de Aldea del Obispo, Tío Bartolo de Lagunilla, Tío Mero de San Martín del Castañar, Francisco Jiménez de Arapiles.., sencillamente la adoraban. La Escuela de Tamborileros de Ciudad Rodrigo sigue en la actualidad esa línea iniciada y marcada por Pilar Magadán.
También el estudio del músico salmantino Juan del Enzina (1469-1529), ha ocupado un lugar preeminente en el trabajo de Pilar Magadán con su Coro de Voces Blancas. Es fuente inagotable sobre el costumbrismo salmantino que ya existía en pleno siglo XV. Del Enzina nos menciona en su obra ciertas ceremonias, costumbres, instrumentos, bailes y trajes que se han mantenido en la tradición, por ello Pilar Magadán lo interpreta por primera vez con gaita y tamboril y en la Escuela de Tamborileros de Ciudad Rodrigo lo hemos desarrollado para completar la polifonía de las diferentes voces con estos instrumentos.
En 1975, Pilar fue elegida componente del Centro de Estudios Salmantinos. En 1976, ingresó como miembro de número de dicha institución, tras la lectura de su discurso: La Canción Popular Salmantina, universal y universitaria, expuesto en el Aula Salinas de la Universidad de Salamanca, con ilustraciones musicales a cargo de su grupo y de alumnos tamborileros de su escuela ya muy preparados.
En la Fiesta de la Charrada de 1985, Ciudad Rodrigo le concedió el premio de la Encina Charra, “por su labor en la Música Tradicional Salmantina”, yen 1991, el Pleno del Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo la eligió como integrante del recién creado Centro de Estudios Mirobrigenses. Pronunció su discurso de ingreso en el mismo, como miembro de número, el 29 de junio de 1994, en el Claustro de la Catedral de Santa María, sobre El Santuario de la Peña de Francia y la Diócesis de Ciudad Rodrigo a través de la Canción Popular, con las ilustraciones musicales interpretadas por su querido grupo de “Voces Blancas Salmantinas”. Esta publicación se llegaría a reeditar añadiendo la parte musical en un disco CD, al agotarse en breve tiempo la primera edición, por ser muy demandada.
Durante todo el año 1999, Pilar Magadán elaboró un informe e inventario sobre los fondos documentales de don Dámaso Ledesma, que se encontraban en el archivo familiar de Ciudad Rodrigo, a petición del CEM y por solicitud del Ayuntamiento mirobrigense, para que pudiera ser adquirido por éste, lo cual no se acabaría llevando a cabo, pero por fortuna fue comprado por la Biblioteca Nacional, basándose en la catalogación realizada por la propia Pilar. Así el CEM, gracias al tesón y buen hacer de Pilar Magadán, consiguió editar, después de un siglo, el Cancionero Salmantino Segunda Parte. Materiales recogidos y transcritos por Dámaso Ledesma, precedido de profundos y valiosos estudios sobre la vida y obra de Ledesma, por la propia Pilar Magadán Chao, y los profesores Francisco Rodilla León y Miguel Manzano Alonso.
Otras publicaciones destacadas de Pilar Magadán sobre música tradicional salmantina son: Notas sobre la Canción Popular Salmantina (1989), Fiesta en la Peña de Francia (1989), Serranas fuentes inéditas sobre el Santuario de la Peña de Francia (1991), así como multitud de artículos, algunos con asiduidad anual en el Libro de Carnaval de Ciudad Rodrigo, y en la revista Pasión en Salamanca. También escribió diversos artículos en el periódico de ámbito provincial salmantino El Adelanto.
Pilar mantuvo hasta el final de su vida una personalidad singular y arrolladora. Mujer muy trabajadora y culta, generosa, profundamente religiosa, combinaba la seriedad, con la dulzura, el genio, la firmeza, el rigor y la constancia.
Sus grandes conocimientos musicales siempre los compartió, enseñó canto a multitud de alumnas y jamás dijo a nadie: -“tienes mala voz” o –“cantas mal”; sino: -“vamos a trabajar esa voz”, -“vamos a corregir la afinación o entonación”.
Su modestia y humildad era otra característica de su persona. En sus actuaciones en público con discípulos y componentes del coro, siempre les daba a estos el protagonismo y relevancia que ella se quitaba.
Aunque era muy perfeccionista en todo lo que realizaba, poseía la condición de ser tremendamente austera. Solamente se le pudo rendir un homenaje en vida, el cual fue de sorpresa sin que se enterara, para que no pudiera rechazarlo. Lo organizamos “Voces Blancas Salmantinas” y “Tamborinos Muy Gentiles”, junto a otros amigos, en un concierto conjunto en el pueblo de Sancti-Spiritus.
En la investigación sobre la música tradicional salmantina, Pilar fue pionera en muchos aspectos. En Castilla y León, fue la primer mujer en recorrer los pueblos para recoger su folclore y una de las primeras a nivel nacional, en una época en la que estas labores estaban acaparadas por hombres, como Dámaso Ledesma, Federico Olmeda, Manuel García Matos, Agapito Marazuela, Aníbal Sánchez Fraile, Miguel Manzano o Joaquín Díaz. Esta condición femenina, unida a su especial sensibilidad, ha ofrecido un aire de frescor y dulzura a sus recopilaciones. También los informantes tradicionales se han sentido muy valorados y halagados por el trato tan cariñoso que les profesaba Pilar en sus trabajos de campo.
Con su grupo “Voces Blancas Salmantinas”, introdujo al tamborilero tradicional por primera vez en un coro de voces para interpretar canciones populares de la tierra, algo que era totalmente tradicional y que hoy día nos parece elemental, dada la cantidad de grupos que interpretan canciones con este instrumentista, pues una gran parte del repertorio de gaita y tamboril son tonadas cantadas, y del repertorio de canciones gran parte son interpretadas por el tamborilero.
Como organista, nunca dejó de estudiar este instrumento, aunque solamente realizaba interpretaciones en actos litúrgicos y en algún concierto, acompañando a la gaita y el tamboril, por lo que llegó a participar en la grabación del disco Tamboril por gaita. La figura del tamborilero salmantino (2013), acompañando a J. R. Cid en tres Pangelingua (more hispano).
En el mundo de la música tradicional de Castilla y León, Pilar Magadán es toda una referencia y así se ganó el cariño y respeto de todos. También el afecto popular: el escritor y crítico taurino Alfonso Navalón, cariñosamente la llamaba “Mari-músicas”.
Dámaso Ledesma
Sin lugar a dudas esa gran relación de Pilar Magadán con Miróbriga, se inició por el estudio del relevante músico y folcloristadon Dámaso Ledesma (Ciudad Rodrigo 1866 – Salamanca 1928), que precisamente en el año 2016 se han cumplen ciento cincuenta años de su nacimiento.
Inicialmente el cancionero de 1907 era muy difícil de adquirir hasta la reedición de 1972, pero el padre de Pilar don Manuel Magadán, que poseía estudios de violín y era un gran apasionado de la música, copio de forma manuscrita la totalidad del cancionero para su hija.
Dámaso Blas Ledesma Hernández, es el músico mirobrigense más relevante y destacado de la época contemporánea, nació en Ciudad Rodrigo, en el número 5 de la calle San Juan,el 3 de febrero (día de San Blas) de 1866, fue bautizado el mismo día en la Iglesia de San Isidoro de los intramuros de esta ciudad, hijo de Jacinto Ledesma de oficio zapatero, bautizado en la suprimida de San Juan, y de Antonia Hernández, bautizada en esta Santa Catedral.
A los ocho años (año 1874), inicia estudios de solfeo con el director de la Banda de Música de Ciudad Rodrigo, al año siguiente pasa a la Catedral como niño de Coro. En 1879 ingresa en el Seminario para ordenarse con posterioridad sacerdote, y donde dirige su ScholaCantorumy ya colabora como organista, condición que ejercióoficialmente en la catedral mirobrigense desde 1888 a 1896, y a partir de esta fecha, hasta su muerte en 1928, en la Catedral de Salamanca.
La labor más relevante fue su recopilación, estudio y difusión de los cantos populares tradicionales salmantinos donde fue pionero y publicó en su primera obra: Folk-lore o Cancionero Salmantino de 1907, la cualhabía sido galardonada con el Premio Nacional de la Real Academia de las Bellas Artes de San Fernando en 1905. Tomás Bretón realizó el prólogo, en donde dice que es “…de excepcional interés para el porvenir de la música española…”. Este cancionero ha sido fuente de inspiración para importantes músicos. Entre ellos Tomás Bretón, Federico Moreno Torroba, Gerardo Gombau, Miguel Alonso, ó Federico García Lorca.
En su archivo personal dejó otro segundo cancionero inédito que bajo el lema El arado cantaré no llegaría a conseguir su publicación en vida. Pero en 1999 el CEM inicia las gestiones pertinentes para la edición del Cancionero Salmantino. Segunda Parte, precedido de profundos y valiosos estudios sobre la vida y obra de Dámaso Ledesma, por Pilar Magadán, el profesor Francisco Rodilla León y el profesor Miguel Manzano Alonso. Casi un siglo ha tenido que pasar para que salga a la luz el Cancionero Salmantino. Segunda Parte. Materiales recogidos y transcritos por Dámaso Ledesma.
Además de organista y folclorista, Dámaso Ledesma destacó como compositor, con obras menores como El Himno a Ciudad Rodrigo, pasodoble para piano Bienvenida, dedicado al ganadero salmantino Antonio Pérez Sanchón Tabernero; y obras de gran envergadura como la zarzuela El maldito ochavo.
En la Fiesta de la Charrada de este año 2016, fue colocada una placa de mármol en la casa donde nació Dámaso Ledesma, por el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo, con la siguiente inscripción: CASA NATAL DE D. DÁMASO LEDESMA (1866 – 1928) MÚSICO, COMPOSITOR, RECOPILADOR DE LAS CANCIONES CHARRAS Y AUTOR DEL “CANCIONERO SALMANTINO”. IN MEMORIAN EN EL 150 ANIVERSARIO DE SU NACIMIENTO.
Cuando Pilar Magadán realizaba los estudios para la publicación del Cancionero Salmantino. Segunda Parte con tanta dedicación y profundidad me comentaba: -Estoy tan volcada en la vida y obra de don Dámaso que cualquier noche se me aparece. Hoy, seguro que Pilar con su profunda fe religiosa se encontrará en el más allá junto a don Dámaso dándose lecciones recíprocas sobre la canción tradicional salmantina e interpretando los cantos charros.
El pasado 7 de diciembre de 2016, en el Teatro Nuevo “Fernando Arrabal”, Ciudad Rodrigo le rindió un entrañable CONCIERTO HOMENAJE A LA MEMORIA DE PILAR MAGADÁN Y AL 150 ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE DÁMASO LEDESMA, con la actuación del “Coro Voces Blancas Salmantinas de Pilar Magadán” y tamborileros de la Escuela de Ciudad Rodrigo con un programa vinculado a Dámaso Ledesma a base de recopilaciones de sus dos cancioneros enriquecidas, con variantes recogidas por Pilar Magadán o sus discípulos. Fue organizado por el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo, el Centro de Estudios Mirobrigenses, el Coro Voces Blancas Salmantinas de Pilar Magadán y la Escuela Municipal de Tamborileros y Música Tradicional de Ciudad Rodrigo.
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